lunes, 2 de febrero de 2015

1.1.2 COMPONENTES DEL PROCESO COMUNICATIVO



Elementos del proceso comunicativo

1) La FUENTE o EMISOR: el que produce o codifica el mensaje y lo difunde con la intención de comunicar algo. En la comunicación humana el emisor puede ser un individuo, un grupo de personas o una institución.

2) El MENSAJE: La “información elaborada” que se transmite de un punto a otro. En todo mensaje hay que distinguir la forma y el contenido; no debe confundirse con la información misma -el contenido- o con el referente – realidad sobre la que se da la información.

3) El DESTINO o RECEPTOR: el que recibe el mensaje y lo descifra o descodifica.

4) El CANAL: elemento físico que pone en contacto a emisor y receptor y que permite que el mensaje llegue al destino (el cable telefónico, el papel, el fax, el aire...) El canal incluye también los órganos a través de los cuales se lleva a cabo la emisión y recepción. Hay canales naturales, como el aire por donde viajan las ondas sonoras desde que son articuladas por los órganos de fonación hasta que son oídas, y hay canales artificiales, como un libro, un cable, la radio, la televisión... Los canales de comunicación son origen de perturbaciones - ruidos- que dificultan la comprensión del mensaje; por eso, a veces, en los mensajes hay repeticiones o redundancias.

5) El CÓDIGO: conjunto de signos y las reglas de combinación de esos signos que nos permiten cifrar o codificar el mensaje. Mediante el código el emisor transforma la información en un determinado mensaje, es decir, codifica la información.

6) El CONTEXTO o entorno: conjunto de circunstancias de la realidad que afectan al emisor y al receptor en el momento de emitir o interpretar el mensaje y que pueden hacer variar su significación. Incluye los mensajes anteriores y posteriores (contexto lingüístico) y el espacio, tiempo y circunstancias socioculturales (conocimientos y formación cultural de los interlocutores) en las que se produce la comunicación (contexto extralingüístico o situación comunicativa) y que determinan la correcta interpretación del mensaje. Interpretar correctamente las señales equivale a descubrir el significado de su conjunto en un contexto determinado. En algunos tratados se distingue entre ‘contexto’ y ‘situación’ (o “contexto lingüístico” y ”no lingüístico”). La ‘situación’ (contexto del acto de la comunicación) estaría formada por el conjunto de circunstancias extralingüísticas que ayudan a interpretar correctamente un mensaje; sería un fenómeno extralingüístico. El ‘contexto’ (contexto en el seno del mensaje) sería el conjunto de palabras que rodean a un término dado y que aclaran su sentido; sería un fenómeno lingüístico. A veces, en vez de contexto, se habla de ‘CONTEXTO de REFERENCIA’: la realidad a la que se refiere y el conjunto de circunstancias extralingüísticas que rodean el mensaje y que son conocidas por los interlocutores.

7) CODIFICACIÓN: es cómo se transmite el mensaje a otra persona. El mensaje es convertido a una forma adecuada para la transmisión. El medio de transmisión determinará la forma de la comunicación. Por ejemplo, el mensaje tendrá una forma diferente si la comunicación es hablada o escrita.

8) DECODIFICACIÓN: es el proceso en el que se interpreta el mensaje de su contenido. También significa que el receptor piensa en el contenido del mensaje e interioriza el mensaje. Este paso del proceso es donde el receptor compara el mensaje a experiencias previas o estímulos externos.

9) RETROALIMENTACIÓN: es el paso final en el proceso de comunicación. Este paso transmite al transmisor que el mensaje se entiende por el receptor. Los formatos receptor una respuesta adecuada a la primera comunicación basándose en el canal y la envía al transmisor del mensaje original.


10) EL RUIDO: son las perturbaciones no previstas ni previsibles que destruyen o alteran la información.

11) LA REDUNDANCIA: son los elementos innecesarios que aparecen en un mensaje y que sirven para combatir el ruido. Pueden ser de dos tipos: 1. Repeticiones que dependen del propio código y 2. repeticiones que dependen de la voluntad del emisor.






ESQUEMA DE ROMAN JAKOBSON


Jakobson termina la exposición de su teoría recordando que la función principal del lenguaje es la de comunicar y que los actos comunicativos desempeñan muchas otras funciones:


Función apelativa o conativa
Se llama conativa del latín "conatus" (inicio), porque el emisor espera el inicio de una reacción por parte del receptor.

Se centra en el receptor. Es la función de mandato y pregunta. El emisor intenta influir en la conducta del receptor. Sus recursos lingüísticos son los vocativos, modo imperativo, oraciones interrogativas, utilización deliberada de elementos afectivos, adjetivos valorativos, términos connotativos y toda la serie de recursos retóricos. Se da en lenguaje coloquial, es dominante en la publicidad y propaganda política e ideológica en general. Mediante el uso de esta función se pretende causar una reacción en el receptor. Es decir, con esta función se pretende que haga algo o que deje de hacer. Ejemplos:

Ejemplo: cuando decimos «¡Míralo!» o «Abre la puerta, por favor.»

Ejemplo: «¡Cierra la puerta!» - «Observen las imágenes y respondan.» Puede ocurrir que una frase aparentemente referencial esconda una función apelativa.

Ejemplo: «La ventana está abierta» - Puede estar haciendo una mera descripción de un hecho, pero también puede haber un contexto: «Cierra la ventana».

Dentro del mensaje se invita al oyente a que haga algo.

Función emotiva o expresiva
Se encuentra en primera persona y su efecto de sentido es de identificación. Esta función le permite al emisor exteriorizar sus actitudes, sus sentimientos y estados de ánimo, así como la de sus deseos, voluntades y el grado de interés o de apasionamiento con que realiza determinada comunicación. Esta función se cumple, por consiguiente, cuando el mensaje está centrado en el emisor:

Estoy tan solo, amor,
que a mi cuarto sólo sube,
peldaño tras peldaño,
la vieja escalera que traquea.
Juan Roca
Es bueno aclarar que la expresividad no se da aparte de lo representativo, sino que es una función del lenguaje que permite una proyección del sujeto de la enunciación pero con base en una representatividad. Así, en expresiones corrientes como "esa mujer me fascina" o "¡qué mañana tan hermosa!", predomina, sin duda, la función expresiva, pero con un soporte de representación simbólica dado por la alusión a unos referentes.

Para concluir, observemos que la función expresiva o emotiva se manifiesta gracias a los significados afectivos o connotativos que se establecen sobre la base de los significados denotativos: cuando hablamos, expresamos nuestro estado de ánimo, nuestras actitudes o nuestra pertenencia a un grupo social, damos información sobre nosotros mismos, exteriorizamos síntomas, aunque no tengamos siempre plena conciencia de ello. El emisor se comunica para transmitir la información centrada objetivamente en la realidad exterior referente a las ideas que tiene sobre ella. Permite comunicar a otros estados de ánimo, las emociones o sentimientos.

Función estética o poética
Esta función está orientada al mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su forma, en cualquier manifestación en la que se utilice el lenguaje con propósito estético. Sus recursos son variados, por ejemplo la figura estilística y el juego de palabras. Esta función se encuentra especialmente, aunque no exclusivamente, en los textos literarios. Ejemplo: Que el alma que puede hablar con los ojos, también puede besar con la mirada.

Función fática o de contacto
Esta función está orientada al canal de comunicación entre el emisor y el receptor. Su finalidad es iniciar, prolongar, interrumpir o finalizar una conversación o bien sencillamente comprobar si existe algún tipo de contacto. Su contenido informativo es nulo o escaso y se utiliza como forma o manera de saludo.

La finalidad de la función fática no es principalmente informar, sino facilitar el contacto social para poder transmitir y optimizar posteriormente mensajes de mayor contenido.

Constituyen esta función todas las unidades que utilizamos para iniciar, mantener o finalizar la conversación. Ejemplos: Por supuesto, claro, escucho, naturalmente, entiendo, cómo no, OK, perfecto, bien, ya, de acuerdo, etc.

Está presente en los mensajes que sirven para garantizar que el canal funciona correctamente y que el mensaje llega sin interrupción.

Función metalingüística
Se centra en el propio código de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje, aclara el mensaje. Se manifiesta en declaraciones y definiciones.

Ejemplo: "Pedro tiene 5 letras".

Función referencial, representativa o informativa
Es la función del lenguaje relacionada con el referente o el contexto, es decir, cualquier cosa exterior al propio acto comunicativo. Es la función del lenguaje más evidente a primera vista.

Está presente en todos los actos comunicativos. Se da cuando el mensaje que se transmite puede ser verificable, porque claramente reconocemos la relación que se establece entre el mensaje y el objeto (referente). Los recursos lingüísticos principales de esta función son los deícticos. Utiliza el lenguaje denotativo (el significado primario de las palabras). Prevalecen los sustantivos y verbos; es la más común en textos informativos, científicos y periodísticos.

Esta función se llama también representativa, denotativa , cognoscitiva y "referencial". Brinda conocimientos, conceptos e información objetiva.

Los textos que la contienen se caracterizan por ser objetivos y unívocos. Esta función la encontramos en los llamados textos científicos, cuyo propósito es ofrecer conocimientos. Se caracterizan por aludir a lo extralingüístico, es decir, a nuestro entorno o lo que nos rodea.

Ejemplos: El hombre es un ser racional. Hoy es martes. El libro está ahí.

Se usa cuando pretendemos transmitir una información, sin hacer valoraciones sobre ella ni pretender reacciones en nuestro interlocutor. Esta función se centra, dentro de los elementos de la comunicación, en el mensaje.







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